No, no estaba previsto, pero lo he hecho.
Hace mucho tiempo que, para no dispersarme, he renunciado a escribir canciones en francés para hacerlo solo en español. De momento, al menos. Así que no estaba previsto que cantara canciones de otros en este idioma, Sin embargo, la idea surgió y pronto se materializó. Escoger canciones para reinterpretarlas es un ejercicio embriagador, fatigoso, inacabable como destacar aromas en una perfumería. Así se abrió ante mí un espacio vertiginoso, rico de toda riqueza y denso: el tupido repertorio de bellísimas canciones escritas en español. De la copla al bolero, de la canción de autor a la tradicional, del rock al pop. De Armando Manzanero a Sabina, de Paco Ibáñez a Juan Carlos Calderón, de José Luis Perales a Carlos Cano y tantos otros... En esa tarea me ayudaron mis dos cómplices: el meticuloso Antonio Salanova y mi inseparable Coco Balasch. Si no fuera por el tiempo y el espacio, yo mismo habría elegido un buen centenar, de manera que no renuncio a reincidir.
Con Antonio Salanova al piano y Coco Balasch al contrabajo.
“De qué callada manera se me adentra usted sonriendo como si fuera la primavera y yo muriendo. Y de qué modo sutil me derramó en la camisa todas las flores de abril. ¿Quién le dijo que yo era risa siempre, nunca llanto? Como si fuera la primavera ¡no soy tanto! En cambio que espiritual que usted me brinde una rosa de su rosal principal. ”— Pablo Milanés
“Te recuerdo Amanda, la calle mojada, corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel. La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo, no importaba nada, ibas a encontrarte con él. Con él, son cinco minutos, la vida es eterna en cinco minutos. Suena la sirena de vuelta al trabajo y tu caminando lo iluminas todo. Los cinco minutos te hacen florecer. ” — Víctor Jara
“De vez en cuando la vida nos besa en la boca y a colores se despliega como un atlas, nos pasea por las calle en volandas y nos sentimos en buenas manos. Se hace de nuestra medida, toma nuestro paso, saca un conejo de la vieja chistera y uno es feliz como un niño cuando sale de la escuela. ”— Serrat
“Una mujer se ha perdido conocer el delirio y el polvo. Se ha perdido esta bella locura, su breve cintura debajo de mí. Se ha perdido mi forma de amar, se ha perdido mi huella en su mar... Una mujer con sombrero, como un cuadro del viejo Chagall, corrompiéndose al centro del miedo y yo, que no soy bueno, me puse a llorar. Pero entonces lloraba por mí y ahora lloro por verla morir. ”— Silvio Rodríguez
“La femme qui est dans mon lit n'a plus vingt ans depuis longtemps. Ne riez pas... Lorsque la nuit nous réunit, son corps, ses mains s'offrent aux miens et c'est son coeur couvert de pleurs et de blessures qui me rassure. Hace mucho que la mujer que está en mi cama no tiene viente años. No os burléis... Cuando la noche nos reúne, su cuerpo y sus manos se ofrecen a los míos y es su corazón cubierto de lágrimas y de heridas el que me da consuelo. ”— Georges Moustaki
Voz, piano y contrabajo. 90 minutos aprox. A las canciones del disco, se suman otras tantas, también clásicos y también en español, que bien podrían agruparse un día en un segundo disco. Quizá lo titule "Todas las flores de mayo"...
Hay en la sobriedad una complejidad que lo magnifica y abarca todo.
Era una cafetería del centro. Hacía frío, debía ser invierno. Antonio Salanova a mi derecha y Coco Balasch frente a mí. Café solo, té verde y cortado, creo recordar. Habíamos quedado en que cada uno llevaría un puñado de canciones y que, entre las propuestas, elegiríamos las definitivas, esas que a los tres más nos gustaran.
Cada nuevo proyecto me hace borbotar de emoción, latir de ilusión, saborear una especie de felicidad, ceñida, quizá, pero pura. Así viví la génesis de la idea, las primeras conversaciones de cafetería, los meses de preparación, las mañanas de ensayos y toda los días encerrados en el estudio para la grabación del disco. Hay poco más que contar, salvo, quizá, que no fui yo quien sugirió que hubiese canciones en francés en este disco.